Una Tarjeta de Crédito te da acceso a dinero adicional en cualquier lugar ¡Y a cualquier hora! Juntos, podemos encontrar la tarjeta que mejor se adapte a tus necesidades.
Entre tantas opciones, quizás hayas empezado a pensar que lo mejor para ti es solicitar una tarjeta de crédito. A fin de cuentas, ¿qué puede salir mal? Y la respuesta es ¡NADA! Pero lo que siempre debes hacer antes de solicitar algún producto financiero es recopilar toda la información que puedas para así tomar la mejor decisión.
¡Tranquilo! Aquí te ayudaremos con toda esa información…
¡Empecemos!
Supongo que sabes la respuesta, pero repasemos juntos de igual manera. Es un producto financiero otorgado para beneficiarte cuando desees un poco de dinero extra y no sepas de dónde sacarlo. Una tarjeta de crédito te brinda una cantidad preaprobada de la que puedes disponer sin sobrepasar el monto. Ahora bien, existen maneras de ampliar el monto de la tarjeta y eso dependerá mayormente del historial de uso y pago de esta y de tu historial de ingresos.
Las tarjetas de crédito, como ya lo hemos mencionado, son aquellas tarjetas que ponen un monto a disponibilidad del usuario. Cuando este lo desee, puede hacer uso del monto y pagarlo después, ya que no forma parte de los ingresos del usuario, sino que es una cantidad adicional que se le ha puesto a disposición para utilizarla cuando desee.
Por otro lado, las tarjetas de débito son tarjetas diseñadas para descontar dinero automáticamente de la cuenta del usuario cuando este las utilice. La tarjeta de débito estará relacionada con la cuenta personal y todos los movimientos que se realicen con ella se reflejarán directamente en esa cuenta personal.
Además, es importante que sepas cómo revisar el historial de movimientos de cada una de las tarjetas para tengas el control sobre tus gastos. Con la tarjeta de débito el historial de gastos se ve reflejado en el estado de tu cuenta, mientras que con la tarjeta crédito, el historial se ve reflejado en un lugar diferente, ya sea si desea revisarlo por internet o solicitarlo en el banco, siempre deberás dirigirte a la sección de «tarjeta de crédito».
Quizás no habías pensado en ello, pero existen distintos tipos de tarjetas de crédito, y podríamos dividirlas según el pago y según la entidad emisora. Además de esto, existen distintas categorías; por ejemplo, de una misma entidad podrías tener una clásica, de oro, platino, con millas o puntos. Las dos últimas se relacionan con beneficios adicionales, ya que hay tarjetas especiales para quieres viajan, compran en determinadas tiendas o necesitan ciertas características especiales porque tienen una línea de crédito muy alta.
A modo general, los tipos de tarjeta de crédito según el pago son:
Por otro lado, los tipos de tarjeta según la entidad emisora son:
Puedes usar tarjetas de crédito para todos aquellos gastos que necesites pagar a plazos. De modo que puedas financiarlos en cuotas y pagar luego cómodamente. Todo esto, sin exceder el límite de la tarjeta de crédito, ya que puedes perjudicar tu historial crediticio y te será más difícil solicitar otros productos financieros en el futuro.
Lógicamente, para cada tarjeta de crédito existen distintas condiciones que son adaptadas dependiendo de la entidad que la haya emitido. Por ejemplo, una tarjeta de crédito que ofrezca un mayor límite de crédito y más flexibilidad en los pagos, exigirá que cumplas determinadas condiciones de riesgo exigidos por la entidad. Entonces, las características de tu tarjeta de crédito y el modo en que la utilices variarán en función de qué tipo de tarjeta tienes, pero principalmente de qué necesitas hacer con ella.
Por esto, es muy importante que conozcas tus necesidades y para qué utilizarás tu tarjeta de crédito antes de solicitarla. Así, sabrás perfectamente cómo defenderte y cómo hacer uso de ella de la manera más inteligente y adecuada para ti.
Si crees que una tarjeta de crédito es la solución ideal para ti, debes tener en cuenta lo siguiente antes y durante su uso:
Todas aquellas personas que lo deseen. Por supuesto, debes tener en cuenta ciertos requisitos básicos. Por otro lado, la institución con la que tramites tu tarjeta de crédito puede evaluar tu perfil como cliente; esto incluye factores como tu historial crediticio, ingresos y capacidad de pago para la aprobación y asignación de la tarjeta.
Para solicitar una tarjeta de crédito debes dirigirte a la entidad en la que deseas tramitar la solicitud de tu tarjeta. También, puedes solicitarla por internet (recuerda que ya no estamos en la edad de piedra) ¡Así que ahorra tiempo y papel al solicitar tu tarjeta en línea!
Luego, debes proporcionar tus datos personales y financieros, así como cumplir los requisitos de la entidad en la que estás realizando el trámite. Los requisitos más comunes son:
La concesión de una tarjeta está sujeta al estudio que realiza cada entidad. Cada una tiene sus propios criterios de riesgo y viabilidad. Por lo tanto, tener ingresos periódicos y razonables, ayudará a facilitar la concesión de tu tarjeta de crédito.
En algunos casos, la tarjeta simplemente llega al domicilio del usuario porque este cumple con todas las condiciones para poseer una tarjeta de crédito, incluso sin haberla solicitado. Ahí, queda de parte del usuario si quiere activar y utilizar la tarjeta o si desea rechazarla.
Una vez que has pasado por el proceso de solicitud de tu tarjeta de crédito, suministrando todos tus datos y eligiendo la forma en la que deseas pagar la tarjeta en el futuro, solo queda esperar a que sea aprobada. Te preguntarás ¿Cuánto tiempo toma eso?
Pues bien, este proceso no suele tomar más allá de unos pocos días. Recuerda que la entidad debe realizar el estudio de tu perfil y si todo concuerda, recibirás la tarjeta de crédito a tu domicilio o se te notificará para que pases a recogerla (todo depende de la entidad). Del mismo modo, debería llegarte por separado una clave con la que puedes proceder a activar tu tarjeta de crédito. Esto por normas de seguridad y para garantizar que la tarjeta sea utilizada y activada únicamente por el propietario.
Cuando tienes una tarjeta de crédito, existen diversas formas de pagarla:
Es importante que sepas que, si eliges una forma de pago de pequeñas cuotas, la devolución de la deuda puede prolongarse mucho e incluso, si el uso de la tarjeta supera un determinado monto, la cuota puede no alcanzar los intereses generados y la deuda podría aumentar en vez de reducirse con cada pago.
La entidad que emita tu tarjeta de crédito te cobrará intereses por el aplazamiento de los pagos. El tipo de interés que te cobren debe verse reflejado en el contrato y junto a él, deben figurar:
El interés de las tarjetas de crédito suele ser fijo, y en caso de que el contrato indique que puede variar, la entidad deberá notificártelo con al menos dos meses de antelación. Además, el interés suele expresarse en plazos mensuales, de manera que, al igual que los préstamos, debes fijarte en la TEA (Tasa de Interés Efectiva Anual) para comparar las distintas alternativas de tarjetas de crédito del mercado y saber los costos totales anuales que podrían generarte.
Además de las tasas de interés, por utilizar tu tarjeta de crédito debes pagar ciertas comisiones. Aquí te nombraremos algunas de ellas:
En conclusión, antes de solicitar tu tarjeta de crédito te recomendamos que estés muy atento con las condiciones del contrato y las características de las tarjetas de crédito que te interesen, ya que no todas las entidades ni tarjetas de crédito ofrecen lo mismo ni tienen las mismas comisiones e intereses.
Con Moneezy puedes comparar las distintas tarjetas de crédito y elegir la que más te convenga, solo recuerda que te ofreceremos la información general de las opciones, así que debes poner especial atención a todos los términos para evitar sorpresas inesperadas.
Es crucial que, como futuro propietario de una tarjeta de crédito, analices las comisiones que cobra cada entidad por manejo del producto financiero, los intereses y hasta las implicaciones relacionadas con el saldo disponible.
Una forma de comparar a grandes rasgos el costo de cada tarjeta es por medio de la TEA (Tasa de Interés Efectiva Anual), dato que debe aparecer con cada tarjeta. Aunque es un número que depende de varios factores y de cada tarjeta, ofrece el nivel de intereses que se pagarán anualmente con todas las comisiones que esta incluya. Entonces, tendrás una idea mas concreta de lo que implicará utilizar tu tarjeta de crédito.
La respuesta es ¡La que se adapte mejor a tus necesidades y a tu estilo de pago! Por ejemplo:
Así pues, verás que todo depende de para qué utilices tu tarjeta y cómo elijas pagarla. No te estreses y ¡Elige sabiamente de la mano de Moneezy!
A veces, una tarjeta de crédito se vincula a una serie de servicios añadidos como seguros de viaje o de robo, programas de puntos o promociones para ciertos establecimientos.
Las entidades tratan de traer beneficios específicos para cada grupo de clientes. Por ejemplo, si eres joven, tus prioridades e intereses serán diferentes a los de una persona mayor. Los mismo sucede si eres deportista o si eres alguien a quien le gusta viajar mucho.
Dependiendo de esto, las tarjetas pueden incluir beneficios especiales para cada tipo de persona. De modo que, si viajas mucho por cuestiones de negocios, hay tarjetas que tienen beneficios para viajeros como descuentos en hoteles, descuentos en renta de coches o seguros de viaje. Pero si no eres una persona que viaja no te conviene tener este tipo de tarjeta.
Normalmente, estos beneficios se pagan en la anualidad. Así que verifica si te conviene pagar más por estos beneficios y si realmente los usarás. Recuerda que, en la mayoría de las ocasiones, por no preguntar o buscar toda la información posible, se pueden perder oportunidades de obtener más beneficios.
Lo más importante de todo es que conozcas tus necesidades y tu modalidad de pago, así como lo que quieres hacer con tu tarjeta de crédito para que puedas elegir sin ningún tipo de problema.
Esperamos que esta información pueda ser de gran ayuda y que ahora el panorama para tomar tu decisión esté completamente claro ¡Recuerda que con Moneezy estás en buenas manos para tomar la decisión más sabia!
Emil utiliza su experiencia para marcar una diferencia en el sector financiero. Estudió en la Universidad de Dinamarca del Sur y ha sido gerente general de Intelligent Banker desde 2013, donde ha ayudado a más de 500.000 usuarios de todo el mundo con sus necesidades financieras.